lunes, 25 de julio de 2011


No hace falta que me digáis eso de que perder la cabeza, por eso de sus cadera ya se de sobra que tiene esa sonrisa y esas maneras todo el remolino que forma en cada paso de gesto que da pero además, la he visto seria, ser ella misma y enserio que eso, no se puede escribir en un poema por eso, que me cuentas de que mírala como bebe las cervezas y como se revuelve sobre las baldosas y que fácil parece a veces enamorarse y todo eso de que ella puede llegar a ese puto único motivo de seguir vivo y a la mierda con el auto-destrucción todo eso de que los besos de ciertas bocas saben mejor es un cuento que me se desde el día que me dio dos besos y me dijo su nombre pero no sabes lo que es caer desde un precipicio y que ella aparezca de golpe y de frente para decirte: venga, hazte un peta, y me lo cuentas
No sabes lo que es despertarte y que ella se retuerza y bostece que luego te abrace y luego no sepas como deshacerte de todo el mundo así que supondrás, que yo sea el primero que entiende que pierdas la cabeza por sus piernas y el sentido por sus palabras, y los huevos por un mínimo roce de mejilla que las suspicacias, los disimulos cuando su culo pasa las incomodidades de orgullo que pueda provocarte, son algo con lo que ya cuento quiero decir que a mi de versos, a mi no me tienes que decir nada que hace tiempo que escribo los míos que yo también la veo que cuando ella cruza por debajo del cielo, solo el tonto mira a el cielo que se como agacha la cabeza, levanta la mirada y se muerde el labio superior conozco su voz en formato susurro, y en formato gemido y en formato secreto que me sé sus cicatrices, y el sitio que la tienes que tocar en el este de su pie izquierdo para conseguir que se ría y me se lo de sus rodillas y la forma de rozar las cuerda de la guitarra que yo también he memorizado su numero de teléfono pero también se me el de sus escalones y también el numero de veces que afina las cuerdas antes de ahorcarse por bulerías que no solo conozco su ultima pesadilla, también las 1000 anteriores y yo se que no tengo cojones de decirle que no a nada porque tengo mas deudas con su espalda de las que nadie tendrá jamás con la luna y mira que hay tontos enamorados en este mundo que se la cara que pone cuando se deja ser completamente ella reunida en ese puto milagro que se supone que existe que la he visto volar por encima de poetas que valían mucho mas que estos dedos la he visto formar un charco de arena, rompiendo todo los relojes que le puso el camino la he visto hacerle competencia a cualquier amanecer por la ventana no me hablen de paisajes si no han visto su cuerpo que lo de, mira si, un polvo es un polvo y solo el tesoro pintado de rojo sobre sus uñas y solo los sueños pueden posarse sobre las cinco letras de su nombre que te entiendo, que yo escribo sobre lo mismo, sobre la misma pero razones, tenemos todos, pero yo, muchas mas que vosotros.

viernes, 15 de julio de 2011

¿Donde está?

+¿Donde está la chica que siempre venía con sus ojos brillando y con su maravillosa sonrisa?, ¿donde está la chica que por muy mal que le fueran las cosas sonreía alegremente y te decía: "estoy bien", la chica que decía: "hay que arriesgarse", la que con un chiste malísimo se estaba media hora riendo, la que nunca se rendía, la que siempre luchaba por lo que quería, la que si quería algo hacía todo lo posible para conseguirlo, ¿dónde está? - Estoy aquí.. + ¿Aquí? ¿Dónde?. Yo ahora mismo solo veo una chica de mirada triste, con los ojos llenos de lágrimas, con una sonrisa fingida, con una expresión de como si todo le diese igual.. ¿Y la chica que siempre era feliz, donde está? - Preguntaselo a él.

Él!

Ese que en el momento menos esperado aparece y sin querer le sonríes. Ese que consigue que en vez de que te llamen por tu nombre te llamen bipolar por tus múltiples cambios de humor. Ese que esperas de vez en cuando en alguna esquina a que vaya y nunca aparece. Ese que sabe cabrearte alguna vez que otra y te vuelve loca en cuestión de segundos. Ese que cuando te habla solo eres capaz de hacerle caso a sus ojos, a nada más. Ese del que te acuerdas muy a menudo y no aceptas que el acordarte de el no te gusta, te encanta. Ese por el que cuando sales por ahí te entran ganas de llamarle y al final nunca lo haces. Ese que parece que es tonto y no tiene un pelo de ello. Ese por el que antes de hacer nada te lo piensas todo dos veces. Es el por el que escondes sonrisas que nadie conoce y es dueño de todas y cada una de ellas.